En estos tiempos que nos
bombardean con nuevos términos referidos a supuestas nuevas
situaciones, no dejo de pensar en la ignorancia que nos embarga o en las
mentiras que nos cuentan.
Uno de estos términos rimbombantes es: Aldea
global o Globalización y nos lo venden como un comportamiento actual
devengado de Internet, o las nuevas maneras de comunicación, o de
necesidades comerciales, incluso de aspiraciones culturales y
fraternales. Nada más lejos de la verdad.
La globalización no es un
hecho actual. El hombre desde que es "Sapiens", también suele ser
"tocapelotas",
y una de sus habilidades es precisamente el afán desmesurado
de globalizar y que se sepa, desde el albor de los tiempos esa
habilidad fue aplicada a todo bicho viviente por las religiones, los
estados, los imperios, el sexo, y el mismísimo dios de los cielos.
Ejemplos hay muchos, ha
saber: Alejandro Magno, Roma, Napoleón, Hitler, Gengis
Khan, George Bush y
todos los Papas desde Pedro hasta ahora, mal interpretando las
enseñanzas de Cristo que por otro lado también quería globalizar. La cosa es que lo de globalizar viene de fábrica
en algunos homínidos, incluido el sapiens. Un ejemplo son los
chimpancés, cuando se aburren, estos simpáticos monos se dedican a
globalizar a otros chimpancés que habitan los territorios aledaños,
llegando a haber grandes refriegas. Se supone que estas campañas
globalizadoras aportan más honra y más gloria a la especia, si cabe.
Una de las formas de
globalizar que aporta más beneficios al globalizador es la religión.
Constantino, globalizó el imperio romano y sus fronteras con una maniobra
de inteligencia suprema, implantando la religión cristiana en todo el orbe
romanizado. Solo hay un Dios y yo soy su representante en la tierra. Es
decir: de un plumazo Constantino regenta los designios del imperio y de
las almas que en él habitan. Vamos, que de aquellos lodos a estos
barros, nada ha cambiado.
En la actualidad nos venden el radicalismo
islámico como algo maligno y pernicioso, cosa que aprovechan los
gendarmes del mundo civilizado para atacar sus casas y llevarse la
merienda de los niños. No os dejéis engañar con el chocolate del loro,
los radicalismos son perniciosos todos ellos, en el fondo todos
persiguen lo mismo, imponerse y doblegar a los que no piensan como ellos.
Con este fin utilizarán todo tipo de engaños subterfugios o
milongas con tal de que milites en sus filas, y te decantes por su
filosofía. Y ha de ser algo congénito, ya que muy pocos se libran de tales
prácticas a lo largo de la historia, desde las cruzadas y la yihad
islámica, hasta los modernos y variopintos imperios, bien sean comerciales, religiosos,
agrícolas, etc. Para que todo se globalice a de haber alguien que sople
el globo.
Nosotros, los
españoles, también hemos tenido nuestro momento globo. Recordad aquello
que se decía en tiempos del segundo Felipe: - En el imperio español nunca
se pone el Sol -. Si, así es, España globalizó parte del globo terráqueo
y, como no iba a ser de otra manera, también quiso globalizar las almas
de los incautos que moraban dentro de las fronteras del susodicho
imperio. Algunas veces lo consiguió, otras no tanto. Digamos que los
protestantes alemanes protestaban mucho. Los flamencos siguieron siendo calvinistas.
Venecia adoraba al becerro de oro, en Filipinas ni se sabe a quien adoraban y el caribe,
pues eso, en el caribe había mucho caribeño seudo africano, y preferían adorar
la
música y la danza de los dioses totémicos y animistas. Sin embargo, en
los lugares que obtuvieron éxito a menudo éste fue rotundo, y uno de
los más rentables es aún hoy la implantación del culto a la madre de
Dios en las Américas. Y una de las formas más conocida por aquellos lares del
culto a la deidad femenina,
es la virgen de Guadalupe. Patrona de México, de toda Iberoamérica y de
Extremadura.
Éste es uno de esos hechos extraños de la globalización religiosa
que a su vez, por la impregnación de la
religión,
se convierte en un hecho de exaltación nacional y en demasiadas ocasiones de
nacionalismo
extremo. Y se llega a esta situación esgrimiendo, como era de esperar,
todo tipo de triquiñuelas que una vez enquistadas son difíciles de
desmentir. Vamos a tratar de desentrañarlo.
Geografía
y Etimología de Guadalupe
Primero veamos el
acontecimiento, esto es: ¿Qué es Guadalupe?. En principio, y por orden
cronológico de conocimiento, Guadalupe o Guadalupejo es un afluente del río
Guadiana. Nace en Guadalupe, Cáceres y desemboca en Piloche, Badajoz Ambas provincias extremeñas, en España.
Si, Extremadura, de donde se nutría, en su mayoría, el elenco
conquistador de las Américas. Bien, este hecho geográfico es
indiscutible, el susodicho río existe, y ha llegado hasta nuestros días con el
nombre que los árabes decidieron ponerle. Es pues lícito dirigirse a la
fuente para dilucidar la etimología del vocablo árabe
Wad al-luben. Así que, según los diccionarios etimológicos y tesauros
toponímicos,
según las guías de las visitas guiadas en el pueblo del mismo nombre, el
cual alberga el monasterio de la virgen llamada de igual manera, y
según mi amigo Arafat palestino de toda la vida, Wad al-luben
quiere decir: "Río escondido". Así se admite y así se asume.
Cierto es que en Texas (U.S.A), también existe un río llamado Guadalupe,
lo cual reseño en estas líneas para encumbrar más, si cabe, mis
conocimientos geográficos. Pero dicho acontecimiento es irrelevante para
el caso que nos ocupa. Más bien parece un bautizo por parte de algún
explorador carente de ideas, y no el hallazgo de un río escondido en
Texas por parte de un árabe.
Llegados a este punto, hay quien quiere rizar el rizo y en un ejercicio
de malabarismo lingüístico, mete en la misma saca Wad al del árabe
y Lupen ¿Del latín?, y de esta manera, mediante una
filigrana etimológica, se pretende llamar a la susodicha corriente
acuática: Río de lobos. Otra maniobra verbal es la de Wad al
speculum (Guadalupejo) y así, haciendo una cordial juntaza con
vocablos de pueblos que a estas alturas de la película no se tenían
estima,
pretenden que el río se llame Río de la luz o Río
espejo. Estos amantes de las maniobras lingüísticas mantienen que
los latinajos provienen del pueblo godo, a la sazón, reinante en la piel
de toro cuando llegaron los árabes. Y como estos últimos, entraron en la
península de muy buenas maneras y en actitud amistosa, las
noches de la primavera ibérica godos y árabes se juntaban en torno a
la hoguera, y cuando se aburrían bautizaban accidentes geográficos, eso
si, mitad latinajo godo y mitad árabe andalusí.
Otros nombres
devengados de despropósitos etimológicos son: Río del cascajo negro,
río de lajas, río del amor, amen de otras aberraciones aún peores.
Ahora bien, la maniobra lingüístico - nacionalista más extravagante que se
maneja a propósito del vocablo Guadalupe, es la versión mejicana, la
cual postula que dicho vocablo es Azteca o Nahualtl, quedando la cosa de la
siguiente manera:
coatlallope: ‘la que
aplasta a la serpiente’ (siendo coatl: ‘serpiente’, a: preposición y
llope: ‘aplastar’).
tequantlanopeuh: ‘la que tuvo origen en la cumbre de las
peñas’.
tequatlasupe: ‘la que aplasta la cabeza de la
serpiente’.
tlecuatlahlope: ‘la que nos salva de ser comidos’.
tlecuauhtlacupeuh: ‘la que viene volando de la luz como
el águila de fuego’.
cuahtlapcupeuh.
tlecuauhtlapcupeuh: ‘la que procede de la región de la luz
como el águila de fuego’.
O sea, en un afán desmedido
por sacudirse la herencia española, y de asentar una identidad
que excluya dicho legado, por parte de un incipiente nacionalismo que no
quiere renegar de la herencia católica ni del dios que la trajina,
algunos mexicanos postulan que una
virgen militante en las huestes de la imaginería católico-española,
aparecida en segunda instancia, que sepamos, a un indio de nombre
Juan Diego, es en realidad una deidad Azteca. Y todo se hace
esgrimiendo una descabellada
maniobra de dudosa catadura académica, es decir, "el acabose".
Aunque no es
de extrañar, seguro que en lengua swahili también hay coincidencias
fonéticas con Guadalupe.
Habría que dilucidar
si lo que se le apareció a Juan Diego era la virgen de Guadalupe,
acompañante de las huestes castellanas en su afán de conquista
y encubridora de sus tropelías, para más gloria del mundo católico y del
dios que las comandaba. O, en su defecto, algún Dios azteca más
acorde con los apelativos anteriormente referidos, para consolar al
indio en vista de lo que se le venía encima.
Economía,
Política y Religión
Como advenimiento mariano, la primera referencia escrita es
de Diego de Montalvo en 1320. y según este códice, la virgen se le apareció a un tal Gil Cordero, a la sazón, pastor de las
montañas de Guadalupe (Cáceres), y esto ocurría siempre según Diego de Montalvo,
en los tiempos que reinaba Alfonso XI.
Parece ser que
al buen pastor le faltaba una vaca y fue en busca de ella, pero la
encontró muerta. Cuando intentó moverla para ver qué le había pasado, la
vaca resucitó. Tras el susto pertinente, se le apareció la virgen
diciéndole lo siguiente.
Cito:
"No temas que yo soy la
Madre de Dios, salvador del linaje humano; toma tu vaca y llévala al
hato con las otras, vete luego para tu tierra, y dirás a los clérigos lo
que has visto, diciéndoles de mi parte que te envío yo allá, y que
vengan a este lugar donde ahora estás, que caven donde estaba tu vaca
muerta debajo de estas piedras; y hallarán ende una imagen mía. Cuando
la sacaren, diles que no la mudaren ni la lleven de este lugar donde
ahora está; mas que hagan una casilla en la que la pongan, y con el
tiempo vendrá en que este lugar se haga una iglesia, y casa muy notable"
De
aquellos polvos estos lodos, la iglesia se convirtió en monasterio de
mucha enjundia y en centro de peregrinación, levantando así la economía
del lugar y asentando la fe católica en un lugar plagado de sarracenos.
Este
marketing empresarial fue muy manido a lo largo de la edad media y
aún hoy. La historia de las apariciones marianas está plagada de
imágenes sagradas encontradas en los lugares más insospechados: pilares,
árboles de todo tipo. enterradas, emparedadas etc. Bastaba con que
alguien, casi siempre de baja condición, encontrase una imagen subida a
un guindo para que se crease allí un gran resort turístico, con vías de
acceso para peregrinos, hoteles, restaurantes e iglesias de gran
renombre, por no decir abadías o catedrales. Todo el conjunto se veía
protegido por la familia noble de turno, con rancio abolengo, pompa,
boato, tierras y feudo propio,
como era menester.
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Monasterio de Santa
Maria de Guadalupe. Caceres - Extremadyra - España
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Está claro
el interés económico de las apariciones de este o de otro tipo, en
épocas en las que el conocimiento se veía entorpecido por las nieblas del mito
y de la ignorancia que inundaban el mundo católico por doquier. Teniendo
en cuenta que la única filosofía admitida en aquellos tiempos era la
religiosa, cualquier otra sería anatema o herejía, incluso cosas peores.
Recordemos a la santa inquisición, perseguidora de todo aquello que ponía en tela de juicio los
dictámenes de Dios y de
su santa madre iglesia. ¿Quién podía negar que una imagen encaramada a un
olivo y encontrada por tal o cual pastor, en realidad no era una aparición mariana, y
por ende y añadidura discutir las peticiones que la susodicha
aparición le había hecho en "petit comité"? No me imagino al
bueno del indio Juan Diego tratando de negar la naturaleza de su visión a la inquisición, y a los poderes de la época.
Los advenimientos de deidades también son tácticas políticas admitidas
desde que el hombre creó a Dios a su imagen y semejanza. En la antigua
Grecia, distintos dioses protegían diferentes ciudades estado, y de vez
en cuando los hombres que las habitaban se enzarzaban en cruentas guerras, y con
ellos sus dioses. De la misma manera, cuando los españoles llegaron al
nuevo mundo llevaban consigo a sus feroces dioses católicos, entre
ellos Santiago, el apóstol, dios de la guerra católico por
antonomasia. De hecho ganó muchas batallas a los musulmanes, cosa
que le hizo ostentar el sobre nombre de " Santiago matamoros". Se
podría decir que en el cuadrilátero divino de la conquista, Santiago se
enfrentó a Hutzilopochtli, a la sazón, dios de la guerra azteca si mal no
recuerdo. Todos sabemos como terminaron todas aquellas deidades ante el
empuje y el raciocinio de las huestes de nuestro señor. ¿Cómo iba a
permitir Dios que unos indios practicantes de sacrificios humanos, no
fuesen debidamente civilizados y evangelizados por aquéllos que como
brazo ejecutor de la ley de Dios, tenían consigo a la santa inquisición?
Esta es la misma
política religiosa de orden en el orbe que implantó
Constantino en el imperio romano. "Solo hay un Dios y yo
estoy bendecido con su gracia y todo lo que sea conquistado ha de
reconocer a este Dios como único y verdadero" De esta manera, dos mil años
después seguimos igual: "Dios bendiga a América" dicen los Yankees.
"Solo hay un Dios, Alá y Mahoma es su profeta" argumenta el
Islam."Somos
el pueblo elegido por Yahvé" rezan los judíos. O sea, ya no hay cama "pa"
tanta gente.
Ahora bien,
tampoco es cuestión de que las gentes conquistadas se anden sublevando
por padecer una crisis de identidad. Para ello, la religión católica
tiene estrategias depuradas y que siempre le han dado pingües
resultados, hablamos de la integración. Si la virgen se le aparece a un
indio, quiere decir que la madre de Dios tiene un mensaje para los
indios. Y sabiendo como sabemos que entre los predicamentos de los
católicos está el pacifismo, la sumisión, la obediencia, y el poner la
otra mejilla, no hay que pensar mucho para dilucidar qué tipo de
mensaje les manda la virgen a la población indígena: "Sed buenos, no os andéis
revolviendo, pues bienaventurados los perseguidos porque de ellos será el
reino de los cielos". Y así pasaron los indios a militar en las
filas del Dios más poderoso del mundo, y de paso, a ser súbditos de la
corona más poderosa en aquellos tiempos, la española. Solo así se explica que una virgen extremeña viaje a
México para darle un susto de muerte a un indio de aquellos pagos.
Aunque también podría ser que realmente, al indio, se le apareciese un
dios propio de aquellas latitudes, y que la inquisición le hiciese
cambiar de opinión, mostrándole al incauto las depuradas técnicas que le aplicaban
amablemente a los de su especie con el fin de hacerles ver que
las serpientes emplumadas no eran del agrado de Dios. Técnicas de por si
aprobadas por la santa madre iglesia en el mundo civilizado. Por otro
lado, tampoco debelamos olvidar que Juan Diego era de la etnia
Texcocana. Etnia que ayudó a Hernán Cortés en su contienda. De
cualquier manera es probable confundir, bajo según que condiciones, a una señora muy guapa
y envuelta en un halo
de luz divina, con un extravagante humanoide serpentiforme
que se adorna la testa con un tocado de plumas multicolores.
De cómo fueron
las cuatro apariciones en el cerro Tepeyac al indio Juan Diego, nada
tengo que decir, solo que se repite el mensaje de todos los
advenimientos junto con la parafernalia propia de los mismos. Aparición
adornada con fenomenología lumínica, seguida de un milagro solo
interpretado por el oficiante de turno. En el caso de la Guadalupe
mejicana, fue el Obispo de México, Juan de Zumarraga. Los susodichos milagros llevaban
implícita la interpretación de algún mensaje divino, que casi siempre
desembocaba en la construcción de un templo para mayor gloria de Dios y de
su santa iglesia.
De todos
modos y antes de seguir en este valle de lágrimas, nunca pude entender
cómo es que los protagonistas de este desaguisado no se aparecen ante
nadie. Siempre es la madre la que va a solucionar los desmanes del hijo
o del padre. Podría enumerar aquí los desmanes cometidos por parte
de miembros de la raza humana en nombre de algún dios. Creo firmemente
que la gran mayoría de las desgracias que le acaecen a la humanidad,
están firmadas por algún dios. Y los que más sufren con estas
desgracias, son los pobres.
La conexión gallega
Resulta extraño que se practique el culto a una virgen negra
(morenita, ateniéndonos al eufemismo), que es el caso de la Guadalupe patrona
de Extremadura, de México y de toda Iberoamérica, por ser la misma.
Recordemos que los cultos a las vírgenes negras eran muy populares en el
medio y lejano oriente, y fue introducido en Europa por los
templarios. Culto pagano, por cierto, muy alejado de las promulgas y
postulados católicos, y bastante más antiguo. Ya en
Babilonia, Ur, Sumeria, incluso en la lejana India, existían leyendas y
mitos de vírgenes que parían dioses majestuosos.
Más extraño
resulta que exista
otro culto a otra Guadalupe en Galicia, esta vez blanca. Ya sabemos que
los gallegos son muy serios para según qué cosas, y para ellos los santos han de ser
blancos,
como Dios manda, a excepción de San Benito, en aquellos lares se le
rinde culto a los dos, al blanco y al negro.
Así es, en Galicia se le rinde culto a la Guadalupe rianxeira,
por ser esta de Rianxo y pasearse por sus playas como dice la canción
compuesta en 1947, aunque a decir verdad, en la misma canción reza que
un "rayito de sol que entró por la ventanita, la puso morenita",
por eso puede que estemos hablando de la misma Guadalupe, la extremeño-mejicana
que al trasladarse a latitudes más norteñas, casi siempre
exentas de sol, se le torne más nívea la piel, induciendo a propios y extraños a la susodicha confusión
entre dos vírgenes guadalupanas, una negra y la otra blanca.
El asunto
gallego/guadalupano no carece de enjundia, por raro y por excéntrico. En
principio no es debido a una aparición mariana. La verdad es que no es
Galicia un feudo dado a las apariciones, desde que Santiago apareció por
las inmediaciones de Iria Flavia en una barca, los gallegos tienen
difícil digestión en asuntos de apariciones. ¿Cómo se podría superar
eso, navegar desde Palestina en una barca, de piedra según algunos? Eso no se le puede imbuir a
un pueblo marinero por encima de todo y de lógica aristotélica por
debajo. Ya les fue
difícil identificar a la virgen
del Carmen como patrona de los marineros, por eso, no pocos marineros en silencio y
bajo cuerda, rinden culto a San Telmo, patrón de los navegantes. Eso no les
acarrea complicación alguna, los
gallegos hacen muchas cosas bajo cuerda y en silencio, y cuando se suben
a una barca es para navegar, bien sea para ir a pescar o para ir a
mojarse el gaznate con el vino que se trasiega por los pueblos de la
costa. Haciendo así, honor a la máxima que reza: "Gallegos, nunca se
sabe si van o si vienen". Si bien es cierto que nosotros si
sabemos cuando vamos o cuando venimos, el problema es del observador, él
es el que no sabe de nuestros ires y venires. dicho sea de paso para que
conste.
Las noticias más
relevantes que tengo de apariciones en aquellas tierras, casi siempre
tienen que ver con animas en pena, esperpentos y últimamente, cosas de la
modernidad, algún que otro extraterrestre. Eso si, rápidamente investido con el
espíritu galaico, pasando a formar parte de los: - "Gallegos como Dios manda"-.
Que diría don Manuel Fraga. Aunque nunca he tenido muy claro que
pretendía decir con tan preocupante sentencia.
Ateniéndonos a la
documentación histórica, la cosa promete. Si bien en la
actualidad la Guadalupe de Rianxo es "morenita", no siempre fue así. Parece ser que en Rianxo ya existía un culto guadalupano, pero era una
virgen blanca o vaya usted a saber. La cosa comienza con un monje jerónimo
vecino de Rianxo llamado José de Santiago, y la afición que ,tenia a la manufactura de imágenes de la virgen en cartón piedra. De
hecho, en la época en que se desarrollan los acontecimientos, siglo XVIII, el susodicho monje poseía dos imágenes de la
virgen de Guadalupe en su poder, réplicas exactas de la que se expone en
el monasterio extremeño. Una de ellas recaló en Rianxo
(A Coruña) y la otra en Requejo de Sanabria (Zamora). El por
qué las susodichas imágenes acabaron en lugares tan dispares
tiene más misterio, por llamarlo de alguna manera.
Durante mucho tiempo hubo tensiones en ultramar, tensiones que
terminaron en su totalidad con la consabida independencia de las colonias
ultramarinas, entre ellas México (Nueva España). Llegados a este
punto, nos encontramos con dos países soberanos que en un futuro
cercano, le rendirían culto a la misma imagen de la virgen por vías
separadas. Esta situación no incomodaba a Roma, al Papa lo que le
interesaba es la calidad religiosa de sus fieles, no la
inclinación político/patriota, siempre y cuando sea de tinte católico,
claro.
Dicho de otra manera, en Roma no importa la nacionalidad de los
creyentes si éstos son hijos de Dios. Pero claro, eso es en Roma, la
cosa cambia cuando hablamos del orgullo patrio. Por más que nos extrañe,
en esto de la religión también existen los hooligans, y los hooligans
españoles no iban a permitir que el culto a la morenita quedase en manos
Mexicanas. Cosa curiosa, tratándose como se trata de la misma virgen y del mismo
imperio católico, apostólico y romano, todos eran hijos del mismo Dios,
y súbditos del mismo Papa. De forma y manera que Don Francisco
Alejandro Bocanegra, a la sazón, Arzobispo de la archidiócesis de
Santiago de Compostela, puesto para el que había sido designado por el
Borbón Carlos III en 1773, se autoproclamó hooligan guadalupano mayor
del reino, con el rango de: "primus inter pares" Entre otras
obligaciones propias del cargo.
Bocanegra, si bien se abrigaba con el manto católico, también se tapaba
con la manta borbónica. En aquellos tiempos Roma y los Borbones no se
llevaban nada bien, cosas de la ilustración, supongo. Con este nombramiento, el rey ilustrado evitaba
revueltas como la de Esquilache en 1776, tres años después del nombramiento de
Bocanegra, cuando el pueblo madrileño por
un quítame allá esas pajas, se levantó en armas a causa del bando de
Esquilache, y casi deja lista de
papeles a la corona, no sin antes despachar a gusto con algunos
soldados de la guardia valona al son de las "sietemuelles" albaceteñas y herreruzas toledanas.
Por esos y por otros menesteres, el rey evitaba las levantiscas dándole al pueblo lo que el pueblo quería: Fiestas populares y curas, eso si, afines a la corona. No hay
menester que más caliente la barriga que una misa cantada y una romería
bailada, regadas de vino ambas las dos.
Y así,
llegamos al punto álgido de la cuestión. ¿Qué tienen que ver la
independencia de México, Carlos III, Francisco Bocanegra, el jerónimo
José de Santiago y el culto de la Guadalupe gallega? Todo está
conectado, eso rezan los postulantes de la globalización.
Bocanegra conocía al jerónimo José de Santiago y sabía de sus aficiones
escultóricas en cartón piedra. También conocía el culto que en Rianxo
rendían a la Guadalupe blanca, y en un afán por recuperar la
querencia a la morenita extremeña, que en aquellos momentos perdía adeptos en
España y los ganaba en Mexico, dio el
beneplácito al jerónimo para que depositara una de las imágenes de la
virgen en la capilla de San Xosé da floresta (Rianxo). Por ser éste muy devoto de
la virgen, ser vecino de Rianxo, y haber profesado en el monasterio de
Santa María de Guadalupe en Cáceres. De esta manera el 1 de Agosto de
1774,
el arzobispo celebró misa en la capilla y otorgó indulgencias varias
para que el culto prevaleciera "per secula seculorum". Dicho de otra manera, ahora en España
había 3 cultos guadalupanos, Guadalupe en Cáceres (Extremadura), Requejo de
Sanabria en Zamora (Castilla-León) y Rianxo en A Coruña (Galicia), esto queda
en un España 3
- México 1. Y de paso se abría una nueva ruta de peregrinación guadalupana,
eso si, en los feudos borbónicos. Con esta táctica, el tercero de los
Carlos capeaba por momentos el temporal que soplaba desde Roma, y
el vulgo gallego olvidaba algunas de las reformas agrarias y fiscales
que el Borbón aplicaba allá donde le dejaban.
Lo que ignoraban
aquí, es que en México la progresión del culto se multiplicaba
exponencialmente, mientras que en España se degradaba de tal forma que
el monasterio extremeño sigue en pie de milagro. A la de Rianxo se la
recuerda más por la canción que por los milagros obrados, así va el
Celta de Vigo, mucho "ondiñas veñen, ondiñas van" pero no levanta
cabeza. Y por último está la Guadalupe de Requejo, si os soy
sincero, la primera vez que oí hablar de ella fue a la hora de elaborar
esta disquisición.
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Situación de los tres
Santuarios Guadalupanos en España
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A tener en
cuenta es la retroalimentación que supone para el culto guadalupano el
flujo migratorio del que se nutrió América por parte de España, y en el
caso que nos ocupa, por parte de Galicia. Los gallegos emigraron en masa
en diferentes épocas, y portaban con ellos sus cultos entre otras cosas.
En el caso de la virgen de Guadalupe, ni que decir tiene la importancia
de la susodicha emigración. La Guadalupe azteca, se vería imbuida
del espíritu celta, y seguiría con la onomástica árabe. Todo un ejemplo globalizante.
La visión
que me viene a la cabeza es poco alentadora, una imagen de la virgen
coronada la testa de plumas aztecas, envuelta en un burka y tocando una
gaita gallega. ¡Viva la rumba y el despiporre!
Por último, para demostrar el carácter
intergaláctico de la morenita, he aquí una demostración musical de un tema
popular interpretado bajo una óptica de rabiosa actualidad. Se trata de la
cancion: A virxe de Guadalupe. Originalmente llamado Ondiñas da nosa ria. Compuesto en 1947 y
estrenado un año después en Buenos Aires. La letra es una compilación hecha
por parte de Xesús Frieiro Dourado, de coplas populares dedicadas a la virgen
de Guadalupe en Galicia, y la música es de don Anxo Romero Loxo.
Director del coro Castelao en la ciudad de Buenos Aires.
La versión
que vais a escuchar se encuentra en un trabajo llamado Santiago
del grupo irlandés: Chieftains y del gallego:
Carlos Nuñez. y está interpretado por la banda afincada en Los Ángeles
Los lobos, formada por chicanos, hijos de inmigrantes mexicanos, la
cantante de country nacida en Tucson (Arizona) Linda Ronstadt, y
el mismo Carlos Núñez con la gaita gallega. Todo un ejemplo de
globalización musical
También podéis escuchar estas grabaciones radiofónicas sobre el caso que
nos ocupa.
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Programa radiofonico: La rosa de los vientos. De Onda cero
radio. |
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