Trilogía del Sprawl - William Gibson

 











 

La Trilogía del Sprawl (también conocida como trilogía de Neuromante, del Ciberespacio o Trilogíade la Matriz) es el primer conjunto de novelas de William Gibson. Se compone de:

Neuromante (1984)
Conde Cero (1986)
Mona Lisa acelerada (1988)


Todas ellas se ubican en la misma ficción futurista, y se entrelazan sutilmente al compartir temas y personajes, aunque en primera instancia estos nexos pueden pasar inadvertidos.

Las historias cortas de Gibson Johnny Mnemonic, New Rose Hotel y Quemando Cromo comparten el mismo universo de ficción, y hay referencias a sus personajes y situaciones en la trilogía del Sprawl.

Sprawl viene de ensanche, que se refiere a la gran masa urbana de megalópolis creadas en un futuro no demasiado lejano, alrededor de las grandes ciudades (Tokio, por ejemplo).

Las novelas se establecen en un futuro cercano, en un mundo distópico, dominado por grandes corporaciones y una ubicua tecnología, que emerge después de una limitada Tercera Guerra Mundial.

Los eventos están espaciados a lo largo de 16 años, y no obstante que aparecen personajes familiares, cada novela cuenta una historia propia sin ligaduras que obliguen a leer las demás. La trilogía ocurre en un mundo dominado por las corporaciones que desarrollan tecnología, en especial la Hosaka y la Maas que están en una lucha permanente por la supremacía. William Gibson se centra en los efectos de la tecnología, como las no intencionadas consecuencias al filtrarse la investigación de los laboratorios a la calle, donde encuentra nuevos propósitos.

El tema principal de la trilogía, es la descripción de una inteligencia artificial (IA) que elimina sus limitaciones de programación para convertirse en algo más. Este algo se refiere a la suma de todo el conocimiento humano, similar al concepto de singularidad tecnológica de Vernor Vinge. En las historias, esto se explica con la IA convirtiéndose en una representación consciente de la red, en cuyo punto se revela que llegó a conocer a otra IA similar de Alpha Centauri. Por razones no explicadas, esto provoca una fractura en su consciencia.

Gibson explora un mundo de enlaces directos hombre-máquina, donde emergen máquinas inteligentes y un espacio global de información que él llama la matriz.

 

Una sacudida en la Ciencia Ficción  llamada Neuromante.

Dave Langford hizo crítica de Neuromante para el n.º 59 de la revista White Dwarf, y afirmó que «pasé todo el tiempo al borde de la silla y como resultado me dio un calambre. En cierto sentido, el ritmo de Gibson es demasiado frenético, tan incesante que el lector nunca tiene un descanso y no puede separar la trama del camuflaje. En otras palabras: uno bueno».10​

El lanzamiento de Neuromante no hizo mucho ruido, pero tocó un nervio cultural,​ convirtiéndose pronto en un éxito boca a boca clandestino.2​ Se convirtió en la primera novela que ganó los tres premios principales de la ciencia ficción: el Nebula, el Hugo, y el Philip K. Dick para un libro de tapa blanda original,​ un logro sin precedentes descrito por el Mail & Guardian como «la versión, para un escritor de ciencia ficción, de ganar el Goncourt, el Booker y el Pulitzer en el mismo año».​ La novela también fue nominada para un premio de ciencia ficción británico en 1984.

La novela entonces legitimó el cyberpunk como una rama generalmente aceptada de la literatura de ciencia ficción. Está entre las obras de ciencia ficción más reconocidas en la historia reciente, y, en 2005, apareció en la lista de la revista Time de las 100 mejores novelas en inglés escritas desde 1923,15​ considerando que «no hay forma de sobreestimar lo radical que [Neuromante] fue cuando apareció por vez primera».

Lawrence Person es sus «Notas hacia un manifiesto postciberpunk» (1998) identificó Neuromante como «el trabajo ciberpunk arquetípico».16​ Fuera de la ciencia ficción, obtuvo una atención del público y la crítica sin precedentes1​ como una «evocación de la vida a finales de los ochenta»,17​ aunque The Observer señaló que «New York Times tardó diez años» en mencionar la novela.​ Para el año 2007 había vendido más de 6,5 millones de copias en todo el mundo.​

La novela ha tenido una influencia lingüística significativa, popularizando términos como ciberespacio e ICE (Intrusion Countermeasures Electronics). El propio Gibson acuñó el término «ciberespacio» en su cuento «Quemando Cromo», publicado en 1982 por la revista Omni,​ pero fue a través de su uso en Neuromante que ganó reconocimiento hasta convertirse el término de facto para la World Wide Web en los años noventa.20​21.​ La parte de Neuromante que se cita usualmente al respecto es:

"La matriz tiene sus raíces en las primitivas galerías de juego... El ciberespacio. Una alucinación consensual experimentada diariamente por billones de legítimos operadores, en todas las naciones, por niños a quienes se enseña altos conceptos matemáticos... Una reprsentación gráfica de la información abstraída de los bancos de todos los ordenadores del sistema humano. Líneas de luz clasificadas en el no-espacio de la mente, conglomerador y constelaciones de información. Como las luces de una ciudad que se aleja...."


La película de ciencia ficción ciberpunk de 1999 Matrix bebe particularmente de Neuromante tanto por el uso del término «matriz» como por el concepto mismo.​ «Después de ver Matrix, Gibson comentó que la manera en la que los creadores del film se habían inspirado en obras de ciberpunk preexistentes era "exactamente la clase de ósmosis cultural creativa" en la que él se había basado para su propia escritura»


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